lunes, 10 de junio de 2013


Primero eras mi tío Isaac, pero además fuiste mi jefe/compañero de trabajo. Compartíamos gustos, entre ellos los caballos y el polo. Estuvimos en partidos sin importancia y finales gloriosas. También, lamentable y afortunadamente fuimos sobrevivientes de Cromañón. Eras difícil y cabrón, pero amiguero y buena persona. Me diste consejos oportunos, y no lo supe hasta hace poco, pero te había dado algunos yo también. No puedo creer que te fuiste. Estoy más triste de lo que puedo expresar en palabras. Hoy necesito creer que hay algo más, un buen lugar, y que vos estás ahí.

martes, 3 de abril de 2012

Una mesa bajo un techo en el patio de un bar en Palermo. De todos los que éramos solo conocía a Flor. Hacía mucho calor, se largó a llover. De pronto, sonó el tema meloso de un verano, decía “Es para mí la locuraaaa automáticaaaaa…” Nadie bailaba pero no nos importó.  Recién te conocía pero fue una conexión genial de dos que tenían ganas de hacer lo mismo al mismo tiempo: cantar una canción, bailar y mojarse por la lluvia. Fue un paréntesis de puro presente. Después supe un poco de tu dolor y te conté algo del mío. Esa noche terminó de día en algún otro bar y no te vi más.
Hoy, en otra noche de calor en otro bar de Palermo, Flor me cuenta que te suicidaste. Instantáneamente recordé esa canción, la lluvia y el baile. Fue solo eso y fue simple: un rato de dos que se entendieron, que pausaron sus penas el tiempo que dura un baile. Flor me dijo que vos también lo recordabas. 

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sin título

“Maldito es el deseo”
Tus palabras resuenan en mis oídos.
Sin embargo, nunca las escuché.
Caprichoso dije yo
Y quedó flotando a la deriva.
Pero dijiste maldito.
¿Por qué es tan dulce para mí
Desearte entonces?

jueves, 2 de diciembre de 2010

Honorio Pueyrredón y Ángel Gallardo

Lo mejor de lo nuestro
Se resume en una esquina
De un mediodía en primavera:
El sol tibio en mi cara
Y vos que me abrazabas.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pregunta y respuesta

Los astros sentenciaban incompatibilidad.
El amanecer se proclamaba en nuestra contra.
¿Quien, entre todos, estaba a favor
De lo improbable, de lo impensable, de lo imposible?
Dos, éramos.

Mientras duró tu canción

Quise  hablarte
Y no hizo falta español:
En  mis ojos, de aparentes aguas calmas
Podes adivinar el fondo.
En la oscuridad de los tuyos
Me hundo y hundo y hundo…
En su profundidad,
No hago pie
Pero me quedo.
Quiero seguir flotando,
Estoy tratando de escucharte.

Wish

Ser el cielo, el viento, o el mar
Pero algo eterno e infinito
Mayúsculo, sin frontera.
Porque soy cuerpo, mujer y prisionera
De lo que siento por vos
Que ya no cabe en mí.